El aparato circulatorio está integrado por 3 subsistemas o partes: el arterial, el venoso y el linfático. El arterial tiene la función de distribuir la sangre oxigenada a todo el cuerpo. El venoso recoge la sangre desoxigenada y sustancias de desecho y las devuelve al corazón para que éste la mande los pulmones a oxigenar de nuevo. El Sistema Linfático también es encargado de recoger sustancias que hay que devolver a la circulación y que no transportan las venas, como proteínas de alto peso molecular, grasas desde el tracto digestivo, anticuerpos, etc.
El sistema linfático forma una amplia red en todo el cuerpo y transportan la “linfa” por conductos propios que desembocarán en las venas subclavias (cerca del cuello), donde se mezcla con la sangre venosa para llegar al corazón y cumplir con el ciclo que comienza en el espacio intersticial (a nivel de las células).
En su recorrido los vasos linfáticos pueden desembocar en “ganglios linfáticos” que son estaciones de relevo en ciertos lugares en el cuerpo, que van agrupando distintos vasos linfáticos en nuevos “colectores” mayores hasta desembocar en 2 grandes conductos: La gran vena linfática y el conducto torácico, que ambos drenan en las venas subclavias.
El linfedema es el acúmulo de linfa (líquido rico en proteínas de alta densidad) en el espacio intersticial (tejido celular subcutáneo) por un problema en su transporte y generalmente se acumula en las extremidades ya sean superiores o inferiores. Puede ser originado por una alteración en el desarrollo del mismo sistema o puede ser provocado por otras enfermedades que van a alterar el transporte de la linfa, como es el caso de la cirugía por tumores de mama que provoca el linfedema en el brazo. En forma simple podemos decir que existe una causa “primaria” o una “secundaria”.
El Diagnóstico del linfedema además de clínico (revisión directa del paciente) es mediante pruebas de imagen, siendo la más utilizada la linfogamagrafía radioisotópica, que es un estudio de medicina nuclear.
El Tratamiento más aceptado a nivel internacional para el linfedema se conoce como “Terapia Física Descongestiva Compleja” (TFDC), que son un conjunto de técnicas con el objetivo de eliminar el edema (acúmulo de líquido en el lugar) e intentar normalizar la función del sistema linfático. Los componentes que lo integran son:
Existe además, la alternativa de realizar cirugías de “derivación” siendo la más aceptada en la actualidad la técnica de derivación linfovenosa que consiste en unir vasos linfáticos a venas superficiales que ayuda a drenar directamente linfa al torrente sanguíneo, situación que ocurre en forma natural en algunos sitios en el organismo.
Finalmente, debido a que el linfedema es una complicación derivada de una alteración en el sistema linfático, que es una parte de la circulación, es el especialista angiologo y en cirugía vascular, quien está capacitado para diagnosticar, orientar y tratar esta enfermedad, aunque el enfoque debe ser multidisciplinario, participando especialistas en fisioterapia, nutrición, dermatología, etc.